lunes, 21 de marzo de 2011

DEL SUPLE MUJERES AL DIA (DIA A DIA) ATRACCION FATAL

ATRACCION FATAL El exitoso abogado Dan Gallagher (majestuoso Michael Douglas), gana casos como Messi hace goles, y tiene facha como para que las chicas lo consideren un buen partido, sino fuera porque está felizmente casado con Beth (Anne Archer). Durante un fin de semana se queda trabajando mientras la esposa y su hija se las toman para la casa de los abuelos, fuera de la ciudad. De casualidad, Gallagher conoce a Alex Forrest (una gloriosa e intimidante actuación de Glenn Close). Una rubia madura, de pelos crespos y ojos de vidrio, que no está tan buena de físico como de actitud: una tigresa que corta el aire con su vestido blanco con un hombro invitador al beso. Mirada va, mirada viene, la gringa lo invita a pasar con ella unas horas, y él acepta para no perderse la oportunidad que la vida le da. ¿Te acordás del nivel de las escenas sexuales? Te hacían mover la estantería esos dos pichones de bestias de la actuación, llenando la pantalla del Cinerama a los besos y mordiscos dentro de un ascensor. Pasada la noche, “pájaro que comió, voló”, piensa el abogado. Pero no tiene idea de la que se le va a venir. Ella tiene otros planes, y empieza a convertirse en su pesadilla. En medio del tira y afloje de los “dejame de molestar, loca tarada” (de él) y los “ni soñés que me vas a dejar así como así” (de ella), la tipa que es de armas llevar concluye: “Vos me cortás el mambo, yo me corto las venas”. Y se las corta, nomás. El abogado empieza a sufrir consecuencias insospechadas por la cañita al aire que se había tirado. No sabe cómo sacársela de encima, acosado de día y de noche. Seguro que sentiste el sudor frío de tu novio, sentadito en el cine, aterrado en la butaca de al lado, cuando llega la escena en la que Michael Douglas entra a su casa y se encuentra con su mujer charlando con la amante lo más campantes. No hubo hombre en la tierra capaz de borrarse en años esa imagen de la cabeza, mucho más que la de cualquier película de terror que haya visto en su vida. La esposa, ignorante de la situación, casi contrata a Alex como niñera. Ya desesperado, él va a buscarla decidido a cualquier cosa. Y ahí la Close le dice que está esperando un hijo. ¿Podés creer? Tu novio a esa altura ya tenía la presión al borde del colapso, y las manos le sudaban cubitos. Trata de desaparecer, pero la gringa está reloca, y ahora, para peor, tiene bronca. Entre las cuerdas, Douglas se ve obligado a contar la historia a la esposa, cuando la mascota de la hija aparece hervida en la cocina familiar. ¿Sos conciente del mensaje que le dio la Close al mundo masculino? Le dijo con su cara de ídolo de piedra: “Chicos, háganse los locos, métannos los cuernos, y un día les aparece el conejo de la nena hervido en una olla” . Sobre el final, Dan y Beth asesinan a Alex en una bañera. ¿Final feliz porque se murió la mala? Difícil. En los finales de los ochenta los varones empezaron a pensar dos veces cuando una diosa escultural se les presentaba dispuesta y radiante para una noche de trampa. Quién podía olvidarse de la Close señalándose con su uña esmaltada la bolsa derecha de la cara, como diciendo: “ojito, papi, ojito”...

No hay comentarios.: