jueves, 22 de abril de 2010

Mirada

Al principio es un poco difícil de contar. La primera sensación de una persona al entrar y observar es de seguridad. De comodidad. Es un espacio grande, bien grande. Y cuando una persona se pone a observar ve piso resbaladizo, porque lo siente. Y porque se escucha un ruido agudo de zapatillas de goma. Hay chicos. A esta hora, pocos. Pero con la sombra que permite el cielo raso el "grande de semento", con la brisita de la siesta, se da cuenta la gran cantidad de buenos momentos que pasaron y van a pasar. Hay grafitis en las paredes, y afiches con cosas importantes. Hay grandes cantidades de aulas. La "rampa caracol" que lleva arriba. Un busto de Manuel Belgrano, y el kiosquito. Hay baños ubicados en la punta... Atrás de estos hay casilleros. A un costado se encuentra el mástil con nuestra bandera. Hay varios chicos en su hora libre. Jugando al fútbol en el patio sin techo. Ahí hay un espacio que es comunmente utilizado como parte de gimnasia. Desde la rampa se ve el tercer piso. Al lado se encuentra la preseptoría. Hay barandas de madera. Y si uno se fija están las marcas de cada mano que pasó por ese lugar. Con la primera mirada, cualquiera puede volver en el tiempo.

Clara Pecchio. 2010