Fugaz.
Primero, desde atrás
reconocí la figura entre la multitud.
Al instante. Incluso la voz.
La oí, o la imaginé. Como siempre.
Luego, ese giro
que es una rotación del mundo.
Después fueron llegandome los ojos. Y la boca.
Presto, pasé el brazo por debajo
para pellizcarte el costado,
apenas sobre la cintura
y antes de que te deshagas
-ilusión de miles de puntitos
con el lado más sutil de los dedos.
Me dijiste adiós con la espalda.
Como siempre.
Anhelé deslizar la distancia
en la suave pendiente que dejó ese cuello
impreso en el aire. Otra vez.
Caí victoriosamente rendido
a las piernas de la ausencia tuya
Al fin, el domingo siguió su curso.
Primero, desde atrás
reconocí la figura entre la multitud.
Al instante. Incluso la voz.
La oí, o la imaginé. Como siempre.
Luego, ese giro
que es una rotación del mundo.
Después fueron llegandome los ojos. Y la boca.
Presto, pasé el brazo por debajo
para pellizcarte el costado,
apenas sobre la cintura
y antes de que te deshagas
-ilusión de miles de puntitos
con el lado más sutil de los dedos.
Me dijiste adiós con la espalda.
Como siempre.
Anhelé deslizar la distancia
en la suave pendiente que dejó ese cuello
impreso en el aire. Otra vez.
Caí victoriosamente rendido
a las piernas de la ausencia tuya
Al fin, el domingo siguió su curso.
3 comentarios:
umbolismo de pura sepa
o apología del roce, ùnico privilegio de los amores contrariados, de los amores prohibidos, de los amores imposibles, desencontrados..
paradojas de los encuentros desencontrados. ¿la intersección de los planos puede tener volúmen?.
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