viernes, 11 de marzo de 2011

Inconsistente

El cuarto era blanco,
por la siesta obligada
Tenía una ventana
que daba al mundo
irrealizado paisaje
ajeno, detenido
Sólo tu voz me envolvía
desde siempre
sin saber a ciencia cierta
qué decía
el run run de tus palabras
Estallaba la risa
y era una fuerza poderosa
Luego el silencio del amor,
su urgencia, su imperio,
su premura
Me dejaba ir en su espiral
inconsistente y leve
como la espuma
Afuera la gente
siempre de prisa
como nosotros

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