miércoles, 10 de noviembre de 2010

liberacion

vencido, así se sentía después de la reunión. no lo habían agobiado los discursos, ni la retorica ni las discusiones. no fue el fracaso de no poder exponer sus puntos, de cumplir con el desarrollo de su estrategia dialéctica, tantas veces repetida frente al espejo. no fue la desmotivadora conclusión de que en esa reunión nada le saliera como lo había deseado. pensó: estoy perdido. antes de entrar, antes de empezar, desde el arranque mismo: estoy perdido. lo increíble fue la sensación de libertad de reconocerse derrotado en la vida. Se dijo: "nunca cumpliré con el plan"... "date por vencido", se dijo. Y "ya está", se dijo... "ya está"... mientras encendía un cigarrillo y una esperanza.

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