martes, 3 de agosto de 2010

EXTREME MAKE OVER DATE


Vamos a hablar de un tema clave, las primeras citas, en esto voy a hacer una autocritica. Yo soy un desbocado, no tengo filtro, no soy medido a la hora de hablar, si me siento en confianza con la susodicha, cuento cosas desde las más intimas hasta las más superficiales, muchas veces, de manera border, es por eso, como todo en la vida, debe ser medido, uno también lo debe ser en la primera cita, eh ir regulando los temas a conversar y sabiendo que temas si y que temas no.
Verteré aquí algunos consejos y ejemplos útiles a seguir cuando se tiene algún problemita como yo!
Recordemos que la conversación de las primeras citas se parece a los avisos inmobiliarios: hay que destacar los mejores atributos de forma amena, divertida e interesante pero sin exagerar. Pero a diferencia de los clasificados, en las citas las cualidades no pueden ser mencionadas directamente, sino que deben ser ilustradas con ejemplos que las aludan. Yo no toleraría que una mujer me diga que es divertida, open mind o inteligente, por ejemplo, pero estaría encantado de intuirlo por sus anécdotas.

Este ejercicio premeditado que a primera vista parece fácil, para mucha gente es un infierno en la tierra. Muchos creen que la espontaneidad y verborragia son suelo fértil para el amor. Piensan que contar operaciones de sus pacientes (si son medicas) o contar los problemas de algunos pacientes (si son psicólogas) con lujos de detalles. O de la depresión que vivieron en su última separación es un síntoma inequívoco de frescura.

Yo, sin ir más lejos, soy uno de ellos. Me niego rotundamente a ofrecer una versión mentirosa de mi trastornada psicología. Porque creo que no hay nada que ocultar. Y para sustentarlo me tomo un vinito o un fernet y cuento cosas que me pasan, o me pasaron de una manera desparpada y sin ningún tipo de filtro..

Lejos de lo que la gente normal cree, somos muchos los que arruinamos la primera cita sin saber lo que estamos haciendo. Incluso cuando tratamos de hacer buena letra dejamos pasar pequeños detalles, cifras y gestos que ponen en evidencia nuestra peor versión. Taras y problemas que en el fondo tiene todo el mundo, pero que expuestas así nomás, de una y en el primer encuentro, llevan a creer que si ese es el comienzo, lo que viene será peor. Y no siempre es cierto. Las citas muchas veces fallan por, un tonito raro al hablar de una ex pareja o un chiste de mal gusto en una conversación tierna.

Por todo esto, nosotros, lo retrasados emocionales necesitamos la inmediata aparición de una nueva figura comercial que oscile entre la parte mística y mágica de un encuentro y las relaciones públicas. Un equipo de personas que hagan lo mismo que el programa Extreme Make Over donde te recontruyen la casa o el programa que recontruia gente con cirujias. Un equipo de profesionales que ayude a elegir qué cosas sí y qué cosas no, que cosas mucho y qué cosas poco. Alguien que organice la distribución de sinceridad en la primera etapa de una relación potencial. Tendrías un entrenador , un asesor de la vida social y amorosa. Juntos te ayudarían a saber un poco mas de sexo opuesto y te aconsejarían de acuerdo a su perfil que cosas si y que cosas no – te dirían que impacto amoroso tendría cada frase y manejarían tres niveles de sinceridad: temas y anécdotas para incluir en las primeras citas, opiniones, recuerdos y asuntos para postergar o contar en el futuro, y cosas para enterrar hasta nuevo aviso.

Recomendaría, por ejemplo que siempre contáramos lo mismo: que fue de común acuerdo, que éramos como hermanos, que todavía somos amigos. Y algo parecido similar con los despidos: que era una etapa cerrada y renunciamos en busca de nuevos desafíos. Jamás mencionaremos cartas documento, infidelidades, detectives privados, platos rotos ni juicios por acoso sexual.

Pero vayamos a un caso concreto que refleje cabalmente el duro trabajo del equipo de Extreme Make Over date!

Juan Carlos se presenta como un hombre que tiene treinta y dos años, que vive solo en un departamento de un ambiente Es contador y su trabajo monocorde lo deprime hasta la demencia. No ve la hora de renunciar y mandar a la mierda a su jefe. Tuvo dos relaciones estables pero muy conflictivas que duraron algunos meses y terminaron muy mal. Su última novia ya está con otro y el la llama y corta todas las noches. Nunca convivió con sus parejas porque no cree ser capaz de ceder su territorio ni siquiera por amor. Prefiere vivir en la calle antes de compartir el ropero. Tiene un perro, Mr. Tyson, con quien duerme en la cama. No ve a su familia desde que tenia 20, su mejor amigo le dejó de hablar desde que le quiso robar la novia, y hace cuatro años que va periódicamente al psiquiatra para que le revise la medicación.

Pero luego del Extreme Make Over de citas, Juan Carlos ya no será Juan Carlos. Sino una versión mejorada de el mismo. Se presentará como Juanca y tendrá la misma edad, pero vivirá en un loft .
Será contador, tendrá la dicha de vivir de lo que estudió, pero ya no querrá huir, sino buscar nuevos desafíos, trabajar con distintas personas, crecer en otras áreas. Habrá tenido dos relaciones estables más que problemáticas, apasionadas, con las que no convivió porque sintió que la mayoría de las parejas fracasaban por apurarse y por resignar sus espacios. Su última novia todavía lo llamará para ver cómo le está yendo. Tendrá un perro llamado bambi, para quien estará buscando una novia, para que deje de meterse en su cama. Con su familia hablará poco, su mejor amigo se habrá alejado de el desde que se puso de novio y desde hace cuatro años estará haciendo terapia.

Además, el Extreme Make Over de citas prestaría servicios de asesoramiento sobre vestuario, redacción de perfiles de facebook y que twittear, clases de levante por chat, conversaciones en la playa, mediación de conflictos, desarrollo de paciencia y tolerancia en la convivencia y otras más. Nos recomendaría un nuevo corte de pelo que favorezca la forma de nuestra cara, y tres o cuatro temas de conversación en los que nos manejemos con gracia y sabiduría. Y, si los honorarios se lo permiten, además, debería ofrecer un servicio post-cita que serviría para hacer el post mortem de las citas fallidas. Juntos, analizarían los puntos fuertes y errores de la salida capitalizándolos como aprendizaje para nuevas experiencias.

O cuántas veces dudamos entre contar algo y no contarlo. Entre ir al cine, a cenar o a jugar al pool. Entre llegar tarde, llegar en punto o temprano. Entre decir que sí o que no. Entre volver a llamar, dejar pasar un tiempo o esperar que llame ella. Entre tarde o noche, viernes o sábado, antes o después de comer. Entre hablar de una ex u ocultarla bajo tierra. Entre dejar de intentar o seguir probando.

Cuántas veces dudamos y no supimos qué hacer con ese infierno privado de la soltería que son las citas. Cuántas veces volvimos a contar la misma infancia, las mismas anécdotas aburridas, el mismo abanico de hobbies a mujeres distintas y sin futuro. Cuántas veces las escuchamos hablando de ella misma toda la noche.
Cuántas veces quisimos tener un equipo como el de Extreme Make Over de citas que nos diga, como en los avisos clasificados, que ese departamento era oscuro, nos quedaba chico, o a la larga iba a tener goteras. Cuántas.!!!

1 comentario:

Anaislibre dijo...

Qué genialidad de post aunque para demostrar que no hay que hablar demasiado, lo extiendes en extremo. Sin embargo, no necesariamente hablar demasiado en la primera cita es un fracaso. Si a mí en una primera cita me hablaran de fútbol, podría el piloto automático, es decir, cara de que escuchas pero pensamiento libre. En cambio, si me hablaran de la cotidianidad de Benedetti o del difícil camino de la creación de una empresa, estaría horas escuchando. Es una lotería saber de qué tema puedes hablar largamente con alquien pero hay un sistema fácil de encontrarlo: pregunta primero.

Una excelente exposición... y por cierto, una buena idea para abrir un negocio.