viernes, 14 de mayo de 2010

mientras tanto

tal vez un día esa angustia que sienten los niños solos, se haga polvo y desaparezca, como el hambre después del suculento plato. tal vez la agresión de los locos que caminan todos, solos, acompañados, y los que manejan autos como tanques, esa agresión de los unos hacia los otros, se evapore un día, y haya paz. tal vez llegue el momento en el que ya no sufra quien ahora llora, en su baño, evitando verse a sí mismo al espejo, destruido, por ese amor que lo desangra y seca. tal vez los seres, aun los que no conozco y que sin embargo me duelen, dejen de sufrir la vida, porque la historia debería contarse de a uno, y no por ciclos, por países, por generalidades. la historia requiere ser escrita a partir de las individualidades, una por cada nombre y apellido. tal vez se haga realidad la fecha en que deje de arder el bosque, de extinguirse una especie, de calentarse el mundo. tal vez. mientras tanto, si tu sonrisa me bastara... tanto poder que tiene, tan transportadora que me resulta, tan sanadora... uy, que bueno, si semejante fuerza, la de tu sonrisa y esos ojos pardos mirándome, bastara.

1 comentario:

Esculapio dijo...

Nacemos bañados en palabras y mundo. También nos impregnan las miradas de otros. Aunque únicamente acusemos la de mamá. Tal vez de ahí provenga esa suerte de chapuzón de angustia. La imagen de los niños sólos es contundente. Viste a un niño sólo? La aprehensión del mundo por los ojos de un niño, sus gestos, sus palabras, nos prueban nuestras intuiciones sobre la realidad, aunque por definición no la podamos conocer sino a través de los lentes conformados por retazos arbitrarios.