jueves, 13 de septiembre de 2007

paso a paso

A mis amigos les adeudo la ternura y las palabras de aliento y el abrazo…la vida, paso a paso.

El invierno nos tomó por sorpresa. Una emboscada genial. Con heladas, nevadas y chifletes se hizo un picnic. Cacheteó a placer nuestras caritas ingenuas, nuevos al fin y al cabo por la zona. –Para qué hablar de las plantas. No quedó ni una.
No somos gente fácil. Así que dimos pelea, a fuerza de dormir con pullover, y conseguir kerosene en precio. Hasta con una estufa a leña que según dicen sería rusa. El plan fue que si cayó la Unión Soviética, alguna vez el termómetro iba a llegar al cero. Después, pan comido.
Ahora parece que va queriendo pasar. Refunfuñando. Deja atrás una huella brumosa y húmeda como la melancolía.
Se asoman todavía oscuras y pardas las montañas alrededor. Olas de vientos feroces hecharon a las nubes por tierra, que rodaron hasta el piso esta semana como la harapienta retaguardia de un ejército fantasmagórico que cubre la retirada. Y empezó a reverdecer. Primero brotaron algunos brotes tempraneros y plateados. Un plátano mustio, apagado por el frío hasta lo insondable, amaneció una de estas mañanas desperezando sus pabellones lánguidos y flemáticos como orejas de elefante. Tan verdes que parecen una broma. Más allá aparecieron unas achiras bien coquetas. El césped emergió sigilosamente, como naufragando un mar sonso, amarillo y quebradizo. En algún recóndito pliegue de la polvareda desvastada, la vida aguardaba que la rueda girara su vuelta.. Explosiva. Imparable. En todo su esplendor. Con sus mejores galas. Sin más.

Abarco con la mirada todo el verde posible y siento hasta el hueso ese ritual insaciable de la sorpresa. Capacidad que nos asombra desde los antiguos. …El tiempo es como un continuo irse, y no puedo pensarlo sin el espacio.
El compadre lo dijo con pocas palabras, pero sin faltarle ninguna. Me lo propuso cuando salíamos a la vereda. El asado había estado muy bueno y la noche espléndida. No había faltado el Tota, ni la guitarra. La panza redonda de la Flaca es de esas tan hermosas que desafían a soñar.
-Queríamos decirte si aceptás, si querés, ser el padrino.

Recién esta tarde más o menos puedo encontrar el habla y ponerlo en palabras.
La amistad, como el espejo, refleja la vida.

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