jueves, 19 de marzo de 2009

Los marzos que van yendo


Recorto artbitrariamente a Withman. Esta mañana me suena precursoramente umbólico y propio. -y recuerdo una carta, a los 20, en la que decías que no son tantos, ni pocos. Tal vez, sólo tal vez, cuando naciste el mundo ya era viejo. Pero no podés negar que es un viejo mañero y arisco. Por eso resulta tan entretenido.

...Viajo eternamente,
Mis señas son un capote de invierno, zapatos recios y un báculo cortado en el bosque,
Ningún amigo mío se sentará en mi silla a descansar
no tengo cátedra, ni iglesia, ni filosofía,
No llevo a ningún hombre a la mesa puesta, ni a la biblioteca, ni a la bolsa
Pero a vosotros, hombres y mujeres, os llevo a la cumbre,
Con mi brazo izquierdo os rodeo la cintura,
Con mi mano derecha os señalo los paisajes y el camino real.

...Échate tus trapos al hombro, hijo mío, yo tomaré los míos y pongámonos en camino sin demora,
..Esta mañana, antes del amanecer, subí a una colina acontemplar el firmamento poblado de estrellas,
Y le dije a mi alma: Cuando poseamos aquellos mundos y el placer y la sabiduría de todo cuanto hay en ellos, ¿estaremos por fin llenos y satisfechos?
Y mi alma dijo: No, no habremos hecho otra cosa que alcanzar esos mundos para ir más allá....

1 comentario:

Anónimo dijo...

eso... llegar para saber solo una cosa: tenemos por todo por atravesar, otra vez, de cero, siempre se vuelve a empezar. llegar no para cerrar, para acabar, para culminar. llegar para mirar adelante, ver que la historia sigue, tomar aire, y volver a arrancar. cada marzo marca un destino. un punto critico. una instancia. pero nunca final. no, final, jamas. es siempre comienzo. yo comienzo desde este marzo, amigo, otra vez y como siempre, con la ilusion ridicula de alcanzar esa meta, otro marzo de balance, otro marzo de culminacion y cierre, pero esto es ilusorio e imposible... porque llegar a destino, es la misma cosa que llegar a la partida. este marzo termino mis 39 primeros años, y arranco instantaneamente los que me quedan por delante.