viernes, 9 de mayo de 2008

dr. galletti: vive usted?

disculpe la pregunta del titulo, no es convencional ni del todo educada, pero en estos espacios virtuales, uno no sabe nada, o tan poco de los demas, que he preferido ser directo.
si la respuesta es si, aprovecho.tengo un par de preguntas:
la palabra diva... tiene algun punto en comun, etimologicamente hablando, con la palabra diván. diva viene de divan. o hacia ahi van?
y en el mismo sentido... gala... se relaciona con galán?

y otra:

se dice que las mujeres tienen un sexto sentido. entonces, un transexual... cuantos tiene?

y la ultima: dicen que los metrosexuales son una moda pasajera... seran superados por los metrocincuentasexuales?

no nos va la vida en esto, dr., pero los filosofos griegos se lo preguntaban todo, y mire que bien conceptuados los tiene la historia... no?

de pie: acerca de la garbo y de las otras

la fria y a la vez caliente figura de la garbo, y los ojos cinemascopeados de la hepbrun,y mas... las redondeces superpuestas de la monroe, y los setenta metros de las piernas de la dietrich, y la cintura de dejame que te la abrace un segundo por favor: rita, la fuerza brutal y demoledora de la welch y su arsenal masivo... todavia mas... la propia bacall hablando con su voz ronca y fumando en simultaneo, y los ojos gatopersescos de la taylor, y la frescura y los deseos de llevarla ya a la cama de la cardinalle, y mas, la blancura lechosa que invita a dormirse eternamente en ella de la bergman, y el terror erotico que provocaba una mirada al pasar de la deneuve... y todas ellas, divas, diosas, iconos, fieras, estrellas... todas todas ellas caben y sobran en el escote de la ponganse de pie y lavense la boca por solo nombrarla : sofia loren.
en ese podio del olimpo, ella en el primer lugar, y a su diestra, la bardot en vestidito con minifalda de color amarillo, y a la izquierda, el cuerpo animal de la gardner caminado triste y medio borracha como una leona.

Cielo e infierno




Parece que así hubiera empezado todo. Un cambio de estado en la materia -o miles, el número no viene al caso-. Sin pretensiones de gorilismo, entre nubes de vapores y fuego de volcán. Pobre Cosmos, tanto esfuerzo y ni se imaginó que terminaría dandole nombre a un equipo de soccer. Es más, tampoco es muy creíble que digamos que imaginara -el pensamiento en imágenes parece ser exclusividad de alguna materia orgánica- que tendría nombre -Foucault ausculta ese misterio entre las palabras y las cosas.- Y allá vamos nosotros, vólidos y bolubles, designando y discutiendo, matando y cobrando, debiendo y culpando. Inventamos todo un Dios, o varios, para eso. Le pusimos infiernos y paraísos, entre el deseo, las tetas, y los amores rotos y dantescos. Mientras, la materia anda. Hasta el próximo golpe de estado -el número, de tan abstracto, tampoco ahora viene al caso.